
Por Miguel Sanz
685, esa cifra representa los minutos que Colombia había pasado sin anotar hasta que Luis Díaz marcara ante Bolivia. Con este gol, el jugador procedente de una familia indígena wayú daría vida al combinado cafetero para clasificar al Mundial. Un milagro en todos los sentidos.
Luis Díaz en 2014 fue descartado para acudir con Colombia a la Copa Americana de pueblos indígenas por ser demasiado enjuto. Con 16 años parecía que nunca iba a ser suficiente porque, superada ya la adolescencia, seguía siendo rechazado por su físico. De hecho, debutó en segunda divisón colombiana con el Barranquilla FC siendo ya mayor de edad y no anotó más de diez goles en la máxima categoría del fútbol colombiano hasta que cumplió los veinte años con el Junior, también de Barranquilla. Ya era inaudito que fuera a ser profesional saliendo de un entorno tan pobre como el de La Guajira, pero que llegase a ser una estrella en Europa lo resume Jürgen Klopp cuando afirma que el ahora jugador del Liverpool “es un luchador”.
“Cuando lo ves entrenando, está sonriendo todo el rato. No puede parar. Es una locura. Nunca había tenido a un jugador como él.”
Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool
¿Cómo juega Luis Díaz?
El número #23 del Liverpool desde la banda izquierda disfruta y hace disfrutar. No puede parar de sonreir, pero fruto de su experiencia vital es incluso más decisivo que jovial. Estéticamente, tiene un físico que recuerda al Neymar del Santos. Parece una aguja, un tipo fino que cuando se escapa va directo a hacer sangre. Da la sensación que es igual de veloz con balón que sin él, ya que tiene un desmarque rápido pero también un regate técnico; tiene un uno contra uno que lo hace parecer fácil. Aunque no tenga relación directa, su técnica para conducir se ve cuando es capaz de ganarle segundos al defensa o al portero en su primer toque dentro del área, que es una delicia.
Tan bonito es verle regatear como definir. Con esto ya bastaría para ser un buen jugador, pero lo que lo hace opositar a la élite es que se muestra así en momentos decisivos y, además, levanta la cabeza para mejorar cada transición. Es un argumento competitivo de primer nivel, desde su sangre fría en el área hasta por su capacidad para presionar. Acaba de llegar a la Premier League y ya es el octavo jugador que más toques (6.59) promedia en el área de penalti i entre los quince jugadores con más duelos ofensivos y defensivos ganados. Datos propios de un jugador hecho a medida para Jürgen Klopp.